Procedentes de culturas y orígenes muy diversos, los voluntarios de Misericordia son jóvenes, parejas o familias que quieren comprometerse durante varios meses o años al servicio de los más pobres y de su fe.
personas convencidas de que la misericordia cambia el mundo! Haciendo nuestras las dos grandes prioridades apostólicas de la Iglesia, que son el servicio a los pobres y el anuncio del Evangelio, queremos ser una respuesta generosa y audaz a las exhortaciones del Papa Francisco a poner en marcha una verdadera revolución: ¡la de la ternura!
de la singular experiencia de Romain y Rena de Chateauvieux. El comienzo fue el 2007 cuando vivieron durante 2 años en una casa rodante en el corazón de un ghetto de los Estados Unidos, poblado por inmigrantes clandestinos. Allí tienen por misión ser la presencia de la Iglesia en medio de los mas vulnerables.
En la continuidad de esta experiencia, Romain y Rena atravesaron el continente latinoamericano en un bus escolar que transformaron en casa. Enviados por la Iglesia realizaron durante tres años una misión de carácter social y pastoral en lugares de mucha pobreza de América Latina.
En el año 2013 se establecieron en uno de los barrios más pobres y emblemáticos de Santiago de Chile y fundan Misericordia.
cada pequeña cosa con un gran Amor. Nuestra acción se despliega en el largo plazo y quiere permitir que cada uno construya un mundo más justo y menos frío.
A lo largo del mundo, en las periferias de las grandes ciudades, nuestro compromiso pasa por acciones muy concretas: hoy día, Misericordia desarrolla proyectos sociales y pastorales relacionados con la educación y la salud.
donde Misericordia está presente, ofrecemos a nuestros vecinos un lugar de paz y de encuentro: el Centro Misericordia. Este lugar acoge programas que desarrollamos y responde a una vocación más profunda: ser el corazón de Cristo que late de día y de noche para los pobres.
Nuestros proyectos son el fruto de una innovación social al servicio de los más frágiles. A través de nuestras acciones buscamos revelar la belleza, invitar a la exigencia y reflejar la audacia que nos mueve.
« La misericordia cambia el
mundo. Hace al mundo
menos frío y más justo. »
La revolución de la ternura pasa por ti!
Aquí hay 4 maneras de participar con nosotros:
Procedentes de culturas y orígenes muy diversos, los voluntarios de Misericordia son jóvenes, parejas o familias que quieren comprometerse durante varios meses o años al servicio de los más pobres y de su fe.
Los estudiantes y los jóvenes profesionales viven en alojamientos compartidos en nuestras zonas de misión. En Chile, la casa de los cooperativistas se encuentra en la Pincoya, en las afueras de Santiago. Accesible en micro, parada Avenida Recoleta.
Los voluntarios son esenciales para el buen funcionamiento de la misión. Participan según su disponibilidad en el centro educativo, el taller de mamitas, la acogida de las personas de la calle, o los amigitos de Jesús.
Esta experiencia no vinculante está abierta a todos.
Un cenáculo es una pequeña comunidad que se reúne una vez a la semana para cenar. La lectura del Evangelio introduce una puesta en común. Es un lugar para profundizar en la vida de oración y descubrir el carisma de Misericordia.
Hoy existen cenáculos en Santiago de Chile, París, Nantes, Buenos Aires y Nueva York.
Misericordia está presente desde el año 2017 en la Villa la Rana.
Misericordia está presente desde el año 2021 en el Bronx.
Misericordia está presente desde el año 2018 en Aubervilliers al norte de París.
Misericordia está presente desde el año 2013 en la población de La Pincoya de la ciudad de Santiago.
es una forma sencilla y concreta para cambiar el mundo ahora!
Queremos ofrecer a los más pobres un acceso digno a los servicios básicos de salud.
El acceso a los programas que ofrecemos a las personas que acompañamos tienen un costo mensual promedio de 20 euros por persona.
Gracias a nuestras visitas cotidianas a las casas de las personas vulnerables que acompañamos, detectamos y desarrollamos ayudas puntuales para cubrir sus necesidades más urgentes. Entre ellas, repartimos semanalmente alimentos y colaciones.
El costo promedio de estas ayudas puntuales es de 1,40 euros por persona.
Queremos poner en manos de la próxima generación las herramientas necesarias para que puedan ser a futuro los actores de cambio que su barrio y entorno necesiten, así como personas que aspiren a cambiar el mundo.
Este acompañamiento social, humano y espiritual cuesta 35 euros por niño al mes.
Tenemos contempladas grandes inversiones dirigidas a la construcción e implementación nuevos Centros Misericordia, para las personas que acogemos, y a las viviendas de nuestros voluntarios en terreno; lo que requiere un importante financiamiento.
Misericordia se encuentra en una etapa de fuerte crecimiento y los costos de inversión para el año 2019 orientados a la construcción ascienden a 150.000 euros.
Mirad el ocultamiento y la pequeñez de Jesús en la cueva; mirad la sencillez del pesebre, y estad seguros de que el bien, incluso cuando está oculto e invisible, crece sin hacer ruido, se multiplica de forma inesperada, y difunde el aroma de la alegría.